Solemnidad de Todos los Santos, la fiesta del cielo

Radio Betania. El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una fecha católica que busca rendir homenaje a todos los santos que han existido a lo largo de la historia, aquellos que han muerto y han ido al cielo. La enseñanza católica sostiene que todas las personas en el cielo son santos. Esto incluye a todos los santos, no solamente aquellos conocidos (aquellos canonizados por la Iglesia)

Los fieles en la tierra, celebran su triunfo y buscan aprender de su ejemplo sobre lo que significa vivir vida santa, así mismo piden por su intersección ante Dios.

La fiesta se estableció en Roma a instancias de la cesión del Panteón (templo dedicado a todos los dioses) que el emperador hizo a favor de la Iglesia y la dedicación de este a Santa María y todos los mártires. ¡Esta acción siguió el principio “Christus vincit! Christus regnat! Christus imperat!” (Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera). A lo largo del Mediterráneo, muchas iglesias fueron edificadas sobre lugares paganos, santificándolos así para Cristo.

“Los santos son personas de carne y hueso como todos, hermanos y hermanas que viven como verdaderos cristianos en la historia cotidiana, que cumplen la voluntad del Señor, que entregan su existencia por el reino de los cielos, que aman a Dios y al prójimo y que viven con sencillez y humildad conforme a su propia vocación y condición de vida”. Homilía Mons. Gualberti, nov. 2020

Recuerda que el Papa Francisco los define “los santos de la puerta al lado, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios”, personas conocidas de toda edad y profesión, papás y mamás, familiares y amigos, que dan o han dado un claro testimonio de fe y de vida cristiana, entregada por la familia, la Iglesia y la sociedad.

¿Qué es en realidad un santo?

En palabras de la Madre Angélica: “Los santos son personas comunes que aman a Jesús, tratan de imitarlo y son fieles a sus deberes de estado durante su vida; se sacrifican por el prójimo y se mantienen ajenos al mundo en su mente y su corazón”. Un santo canonizado es una persona que, luego de un estudio minucioso por parte de la Iglesia, es formalmente reconocido como alguien que ya está con Dios en el Cielo. Esto incluye a los ángeles santos, los justos de la Antigua Ley (el Rey David, los profetas, etc.), hombres y mujeres santos mencionados en el Nuevo Testamento (María, José, los Apóstoles, etc.), y las personas reconocidas por la Iglesia de los primeros años que incluyeron sus nombres en el canon de la Misa (de ahí, canonización). En el segundo milenio, este proceso de “canonización” se volvió más formal.

Mons. Centellas, explico que La iglesia celebra a todos los santos, no solamente para recordarlos sino para agradecer a Dios por la vida que nos han mostrado, “ser santo implica asumir este llamado a la santidad, significa vivir en comunión con Dios, llegar a la santidad es el desafío de todo cristiano”. Explico.

¿Debemos rezar a los santos?

Sí. Así como pedimos a nuestros amigos y familiares que recen por nuestras intenciones, también les pedimos a quienes están más cerca de Dios –los santos, los ángeles y en especial la Santísima Virgen- que recen por nosotros. “No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos viven.” (Lc 20,38).

¿Por qué veneramos a los santos?

Veneramos (honramos y respetamos) a los santos porque son nuestros amigos en el Cielo. Ellos interceden por nosotros mejor que cualquier otra persona que viva en la tierra porque están en la presencia de Dios. Además, los santos son excelentes modelos de vida de nuestra vocación cristiana.

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