SIERVAS DE MARÍA, CELEBRARON LA FIESTA DE SU PATRONA LA VIRGEN DE LA SALUD.

Radio Betania 12.05.2021 “Que gloria para una Sierva de María ser mártir para una gloria más sublime, el 8 de mayo la congregación Siervas de María ministra de los enfermos celebraron la fiesta de la patrona de su congregación la Virgen de la Salud. El sábado 8 de mayo se celebró una misa solemne la misma fue oficiada por Mons. Estanislao Dowlaszewicz obispo auxiliar de Santa Cruz, en la capilla del convento ubicada en la calle Bolívar 784.

 

La misión principal en el cuidado del enfermo en su domicilio, Sor Roció relato a Radio Betania la misión de la congregación: “Siervas de María quiere decir servidoras de María en el cuidado de los enfermos, nuestra misión en asistir a los enfermos en sus domicilios por y con caridad y misericordia, somos mujeres religiosas que salen por las noches de sus conventos para prodigar cariño a los enfermos y a sus familias”, relato

No se excluye la asistencia al enfermo allí donde se encuentre, en clínicas, hospitales, en asistencia diurna y nocturna.

Las Siervas de María ministras de los enfermos, fundada por Sor María Soledad Torrez Acosta el 15 de agosto 1851 en Madrid – España, lo que caracteriza a las Siervas de María a imitación de su fundadora Sor María Soledad en la humildad y misericordia con el prójimo enfermo y todas las personas que las rodean.

La congregación tiene presencia en los continentes de Europa, América, África, Asia.

Las hermanas Siervas de María realizan su trabajo misionero en la arquidiócesis de Santa Cruz desde hace 64 años, actualmente la comunidad está conformada por:

Madre Esperanza Estrada (Superiora)

Sor Dora Duran

Sor Basilla Miranda

Sor Rocío Becerra

Así también administran el hospital San José Obrero en Portachuelo.

Ellas hacen vida el lema de su fundadora. “Estuve enfermo y me visitaste… Mt. 25,36”.

 TESTIMONIO

Mi nombre es Sor Rocío Becerra soy misionera del Perú en la congregación Sierva de María ministra de los enfermos, ingrese a la congragación en el 2004.

Cuando conocí a las Sirvas de María, lo que me llamó la atención fue su santo hábito color blanco y de alguna manera me enloqueció que con mis 15 años nadie podía impedirme de ir al convento y así fue largo e interminables cuestionamientos de mi familia, pero no me hicieron dudar de mi vocación.

Una de las dificultades en el apostolado fue el temor a lo desconocido, el enfermo por la misma enfermedad se pone violento y no quiere ver a las monjas, pero con el pasar de las noches se van encariñando, es costumbre en la congregación cambiar de asistencia cada mes, a la hermana le cuesta despegarse porque se encariña con la familia y el enfermito.

Ya son 17 años que llevo en la congragación y pertenecer a ella en un privilegio y a la vez un desafío en el camino a la santidad.

A los jóvenes les diría que mantengan su corazón y oídos atentos porque Dios está siempre llamando, no tengan miedo en responderle que se lancen a sus brazos, con esto no quiere decir que no haya dificultades en la vida religiosa; pero también contamos con medios para superar cada día, también les diré que la vida religiosa es hermosa y hay más rosas que espinas.

Fotografías: Miguel Angel Miranda

 

 

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