Este cuarto domingo de cuaresma, se pueden usar ornamentos de color rosa ¿Por qué?

Radio Betania: El próximo domingo será el IV de Cuaresma y podrán usarse vestiduras rosas. Ese color es propio de dos domingos del año: el III de Adviento y el IV de Cuaresma. Sin embargo, su uso no es obligatorio, y pueden también usarse vestiduras moradas.

El color rosa en los ornamentos litúrgicos es propio de los domingos de “Gaudete” (el tercer domingo de Adviento) y “Laetare” (el cuarto domingo de Cuaresma), que servían para recordar a los ayunadores y penitentes sobre la cercanía de la Navidad y la Pascua, y por tanto el cese de la penitencia.

Los sacerdotes pueden vestir la casulla rosa es el IV Domingo de Cuaresma, conocido también como Domingo de Laetare o Domingo de la Alegría.

Se le denomina así por las primeras palabras del Introito de la Misa: “Laetare Jerusalem”, que quiere decir “Alégrate, oh, Jerusalén”.

La Enciclopedia Católica (EC) explica que el Introito o Introitus de la Misa es el fragmento de un salmo con su antífona que se canta mientras el celebrante y los ministros entran a la iglesia y se acercan al altar.

En estricto, el jueves anterior al Domingo de Laetare es el que marca la mitad de la Cuaresma, que se transfiere a este día con una serie de signos que buscan alentar a los fieles en este tiempo penitencial, marcado por la oración, el ayuno y la limosna.

Otros signos de la alegría son las flores en el altar y la posibilidad de usar el órgano en Misa.

Esto, explica la EC, resalta “el contraste entre los demás domingos y el Domingo de Laetare, el cual es emblemático de las alegrías de esta vida, alegría comedida mezclada con un cierto rezago de tristeza”.

La Enciclopedia Católica recuerda que este día también se conoce como “Domingo de Rosa”, porque en esta fecha se acostumbraba bendecir en Roma la rosa dorada o de oro que el Papa enviaba a los reyes católicos.

El sitio web Liturgia Papal explica que, La Rosa de Oro es una condecoración otorgada por los papas desde León IX, en 1049. El papa se la enviaba a católicas prominentes, usualmente las reinas católicas. Con el tiempo también se le empezó a enviar a las advocaciones de la santísima Virgen, que es la Reina del Cielo.

Como su nombre indica, consiste en un rosal de oro con flores, botones y hojas, colocado en un vaso de plata renacentista, en un estuche de oropel con el escudo papal.

El papa bendice la insignia el IV domingo de Cuaresma, el «Domingo Laetare», en que se usan vestiduras rosas. ungiéndola con el santo crisma e incensándola, de modo que es un sacramental.

Antiguamente esto tenía lugar en el palacio de Letrán, residencia habitual de los papas, desde donde el pontífice llevando la tiara en la cabeza, montado a caballo y acompañado por el sacro colegio y el pueblo romano, llevaba la rosa bendita a la iglesia «estacional», que era la de Santa Cruz de Jerusalén.

Hoy la bendición se realiza en los palacios apostólicos del Vaticano, por ya no suscita  tanto  entusiasmo popular.

Una vez que la bendice con crisma, la envía a la advocación mariana o a la reina correspondiente, aunque en la actualidad ya no se ha hecho a ninguna monarca, sino solo a la Reina del Cielo.

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