Radio Betania/El Deber/. En este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las historias inspiradoras de tres mujeres trabajadoras son ejemplos claros de perseverancia y determinación.
1.- Estela, la vendedora de frutas, que heredó el oficio de su madre Estela Mojica, de 57 años, trabaja desde hace más de 15 años en el sector de frutas en el antiguo mercado Abasto. Su trayectoria en este rubro comenzó desde temprana edad, mientras aprendía junto a su madre, quien también era comerciante en el mercado La Ramada. Allí vendía, en su puesto, naranjas y papayas al por mayor.
Cada día, Estela se levanta antes del amanecer, a las 5:00 de la mañana, para estar lista en su puesto. En la actualidad, vende cocos traídos de Buena Vista y Yapacaní, además de toronjas y paltas, cuando llega la temporada. Su jornada laboral suele terminar pasada la media tarde, pero cuando hay clientes en el mercado no duda en quedarse.
Desde su juventud, Estela acompañaba a su madre en las labores de venta de frutas en el mercado. Cuando su madre dejó el oficio, Estela decidió continuar con la tradición y el trabajo.
Madre de cinco hijos y abuela de siete nietos
Gracias a su esfuerzo y dedicación, Estela logró sacar adelante a sus cinco hijos, dos de los cuales se han convertido en profesionales, mientras que los demás completaron su educación secundaria y ahora son emprendedores en diversos sectores. Además, es abuela de siete nietos.
En su mensaje para todas las mujeres trabajadoras en su día, Estela las anima a seguir adelante: “Continúen haciendo cosas buenas para seguir adelante”.
2.- Doña Inés, pionera en la venta de pescados
Doña Inés Pardo Avejer, de 74 años, y su hija Janeth Añez, de 42 años, conforman un dúo reconocido en la venta de pescados del mercado Florida. Doña Inés, una de las fundadoras de este sector, inició su trayectoria comercializando una variedad de pescados, como: sábalo, surubí, bagre y dorado. En sus primeros años en el negocio, rememora cómo solía trasladar sus productos en un jeep, partiendo de noche para recolectar el pescado y llegar al mercado Los Pozos a las 6:00 de la mañana para comercializarlo. Con el paso de los años, trasladó su actividad al mercado Florida, donde continuó trabajando en compañía de sus hijas.
Durante 63 años, Doña Inés ha mantenido la misma rutina diaria: levantarse a las 5:00 de la mañana para conseguir pescado y abastecer su puesto que bautizó como pescadería La Cambita. Con gran sacrificio, asegura haber logrado la formación de sus 8 hijos. Su hija menor, Janeth Añez, le ayuda desde que tenía 18 años.
Mujeres luchadoras que sacan adelante a sus hijos
Con un mensaje lleno de experiencia y empatía, Doña Inés dirige sus palabras en este día hacia todas las mujeres. “Para las madres pioneras igual que yo, que desde jovencitas han trabajado para criar a sus hijos, que hemos trabajado sin parar para hacerlos estudiar, que sigan adelante. Enseñen y den fuerza a sus hijos para trabajar”.
Su hija Janeth destaca la fuerza y la dedicación de las mujeres trabajadoras. “Sigamos adelante, las madres, sobre todo, por nuestros hijos. Somos mamás luchadoras, que nos sacrificamos para que ellos salgan adelante”.
3.- Alicia da contención a las mamás en el Hospital de Niños.
Alicia Claure de Bazán desempeña un papel vital en el hospital de Niños como recepcionista y auxiliar de enfermería, desde hace varias décadas. Su labor consiste en recibir a diario a las madres que llegan con sus hijos, en busca de atención médica. «Me siento feliz de poder atender a las madres que llegan a diario; suelen llegar agobiadas y nosotros les brindamos un poco de ánimo para que se sientan mejor», expresa con dedicación.
Su jornada en el hospital comienza temprano, ingresando a las 7:30 de la mañana y concluyendo su turno a las 13:30. Fuera del ámbito laboral, Alicia comparte su vida con su esposo, Oreste Bazán, y disfruta de la compañía de sus tres hijos: Claudia, David Eduardo y Luis Fernando. En sus momentos libres, se dedica a disfrutar de sus tres nietos.
En el Día Internacional de la Mujer, Alicia expresa su felicitación a todas las mujeres, reconociendo la inmensa carga de responsabilidades que muchas de ellas asumen. «Como mujer, no hay otra persona. Aparte de trabajar, deben ocuparse de su hogar, y como se dice, son como superhéroes», añade. Alicia confiesa admirar a su madre, Gladys Dorado Moreno, quien, con su oficio de modista, logró sacar adelante a sus siete hijos. Agradece a Dios por ser mujer y por el don de servir que le ha sido otorgado.