La Historia de Fundación Betania

¿Alguna vez has sentido un llamado tan profundo que transforma tu vida y la de los demás?

En el corazón de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, nació un sueño: Radio Betania, una emisora dedicada a llevar la palabra de Dios a cada hogar, a cada corazón. Un sueño que, desde su primera transmisión el 1 de diciembre de 1998, ha transformado vidas y acercado a miles de personas a la fe.

Amalia Elder, una mujer con una pasión contagiosa por el Evangelio, fue el alma mater de este proyecto. Junto a un grupo de jóvenes y amigos, tocados por el amor de Cristo, emprendieron la aventura de crear una radio sin fines de lucro, sin publicidad, solo con el mensaje de salvación como bandera. Este grupo se unió con un propósito común: nutrir la fe de los laicos católicos a través de la radio, un medio que les permitía llegar a cada rincón de la ciudad y más allá, sin barreras ni fronteras.

«El sueño de Dios en mi corazón comenzó a materializarse», recuerda Tía Amalita, con sus ojos brillando con la misma luz que guiaba su misión. Pero los desafíos no tardaron en llegar. Mantener una emisora en funcionamiento sin el apoyo de la publicidad era una tarea titánica. Sin embargo, la providencia divina nunca los abandonó.

¿Cómo mantener viva “La luz a través del sonido” sin ceder a las presiones comerciales?

Dios nunca desiste de quienes obran con fe. Tía Amalita y su equipo encontraron la respuesta en la comunidad. Comenzaron a convocar a personas de corazón generoso, aquellos que compartían el deseo ferviente de evangelizar. Una red de fieles Amigos Betania hicieron el compromiso de mantener viva la misión de Radio Betania.

«Cada día es un testimonio de la providencia de Dios«, dice Tía Amalita, con una sonrisa que refleja la gratitud de un corazón lleno de fe. Gracias a los Amigos Betania, la radio no solo sobrevive, sino que avanza, llevando la palabra de Dios a miles de hogares e inspirando a muchos a vivir su fe con más intensidad.

¿Te imaginas ser parte de esta historia?

Hoy, Fundación Betania sigue siendo un faro de esperanza y fe. Su labor no es solo sostener la radio; es nutrir almas con la alegría del Evangelio, fortalecer la comunidad y mantener viva la llama de la fe católica en cada corazón y rincón que alcance.

Recuerda, cada pequeño acto de generosidad puede tener un impacto profundo. Sé parte de algo más grande. Sé parte de Fundación Betania.

Juntos, podemos continuar esta hermosa misión de fe y amor.

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