Radio Betania 16.07.2022 //Prensa CEB// Este miércoles 13 de julio, la primera jornada del Campamento Juvenil Misionero inició con una Eucaristía en la Capilla San Francisco de Asís, presidida por Padre Luis López, Director de Obras Misionales Pontificias de la Arquidiócesis de Santa cruz, quien motivó a los jóvenes a madurar cristianamente, a través de un proceso de conversión permanente que permita cultivar un corazón humilde.
A la luz de las lecturas P. Luis explicó que Dios se sirve de algunas personas para llevar a cabo su obra, haciéndolas madurar, como hoy lo hace con cada persona haciendo madurar humana y cristianamente.
A este madurar, P. López, le denomina, conversión, y esa es la actitud de motiva en los jóvenes misioneros, una permanente conversión, en la vida de fe, en la práctica cristiana, en todo misionero que ha sido bautizado.
Todos los misioneros deben adoptar la actitud permanente de la conversión que se expresa en el cambio de vida, en nuevas prácticas basadas en los valores del Evangelio, en la vida de Jesús y que los cristianos celebran con el Sacramento de la reconciliación, también llamado “Sacramento de la alegría”.
“Podemos dejar aquí en la Ascensión de Guarayos algunos de nuestros errores”, instó Padre Luis a los jóvenes para tomar cualquier circunstancia, cualquier situación y servirse de cualquier persona que encontramos en nuestro camino para seguir en este proceso de conversión, para purificarnos y para madurar en nuestra vida humana y en nuestra vida cristiana.
Desde la reflexión del Evangelio, el Director de OMP de Santa Cruz, alentó a los jóvenes misioneros a la humildad, a tener un corazón limpio, un corazón sencillo,
un corazón humilde.
A manera de conclusión, Padre Luis López ha reiterado: En primer lugar debemos purificarnos, madurar y para eso se debe estar en un proceso permanente de conversión, para sí cultivar un corazón humilde, un corazón sencillo