Radio Betania. La respuesta es sí. La Instrucción General del Misal Romano dispone que el incienso “puede usarse a voluntad en cualquier forma de Misa” (n. 277). No lo limita a ningún tiempo litúrgico.
Nos hacen esta pregunta porque suele emplearse el incienso en las misas más solemnes, y se piensa que en Cuaresma las celebraciones deben ser más simples. Esta simplicidad se manifiesta, por ejemplo, en la prohibición de las flores (IGMR 305); en la supresión del Gloria (IGMR 53); en la desaparición del Aleluya (IGMR 62); o en la moderación en el uso de instrumentos musicales (IGMR 313).
Sin embargo, el incienso no es expresión de alegría o festividad, como lo es el Gloria, el Aleluya, los instrumentos musicales, o las flores; el incienso expresa reverencia y oración como indica la Sagrada Escritura (Sal 140, 2; Ap 8, 3). La Cuaresma es un tiempo en el que la reverencia y oración deben estar presentes con intensidad. Por ello, no hay una razón para excluir el incienso en este tiempo, y por eso lo permite la norma litúrgica citada al principio.
Hay que señalar, también, que en el Ceremonial de los Obispos se prevé el uso del incienso el Miércoles de Ceniza (n. 255), y en las asambleas cuaresmales (n. 261).
Ilustra esta entrada una foto del papa Francisco usando incienso en un Miércoles de Ceniza.
En cuanto a la campanilla, la IGMR dispone que si se considera conveniente, “un poco antes de la consagración” el acólito puede advertirlo con un toque de campanilla y, de acuerdo a las costumbres locales, tocarla en cada elevación. (n. 150).
Esa norma no dispone que en la Cuaresma se omita, como en otros lugares sí dispone el cese de algún otro elemento para ese tiempo.
En cambio, durante el Triduo Pascual sí que debe omitirse desde que concluye el Gloria en la Misa de la Cena del Señor (durante el cual se tocan), hasta que se canta el mismo himno en la Vigilia Pascual (durante el cual se tocan nuevamente), pues existe una disposición expresa en el Misal al respecto (Vid. Propio de la Misa de la Cena del Señor n. 7).