Radio Betania. Con gran alegría se celebró la ordenación diaconal de Valeriano Chávez Flores, en la parroquia Sagrados Corazones de Jesús y María, ayer jueves 27 de junio a las 19:00 horas, la misa de ordenación estuvo a cargo del arzobispo de Santa Cruz Mons. René Leigue.
El nuevo Diacono permanente Valeriano Chávez Flores, nació el 12 de agosto 1970 en Santa Cruz de la Sierra, casado con Editha Solís el 29 de agosto 1998 en la parroquia Sagrados Corazones de Jesús y María, el Señor les ha bendecido con cinco hijos Carmelo, Angela, Nieves, José Miguel, y José Gabriel.
“Pueden ser diáconos permanentes todos aquellos varones bautizados que han recibido la debida preparación. Si son célibes, deberán permanecer célibes y si son casados permanecerán como tales. Si enviudan, no pueden volverse a casar, salvo una dispensa expresa, ya que como clérigos atentan inválidamente el matrimonio quienes han recibido las órdenes sagradas”. (Canon 1087 del Código de Derecho Canónico).
¿Cuáles son los deberes de los diáconos permanentes?
Según el documento de la Lumen Gentium un diacono permanente puede administrar solemnemente el bautismo, conservar y distribuir la Eucaristía, ministros de la exposición del santísimo Sacramento y de la bendición eucarística, ministro ordinario de la sagrada comunión, portar el viático a los moribundos, en nombre de la Iglesia asistir y bendecir el matrimonio, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo de Dios, presidir el culto y la oración de los fieles, servir en el ministerio de la palabra al pueblo de Dios, celebrar el culto divino, administrar los sacramentales como pueden ser el agua bendita, la bendición de casas, imágenes y objetos y por último presidir el rito fúnebre y la sepultura.
El diácono no es simplemente una persona de ayuda al párroco o al sacerdote. Comporta todo un servicio al pueblo de Dios. De ahí la preparación espiritual, humana, teológica y filosófica que deba tener previo al ejercicio de su ministerio.