CARDENAL JULIO: «POR SIEMPRE EL SERVIDOR DE TODOS»

Radio Betania. Hoy martes 7 de marzo el Tata Julio como lo llamaban muchos cumpliría 87 años.

Julio Terrazas Sandoval nació en Vallegrande, departamento de Santa Cruz, el 7 de marzo de 1936. Sus padres fueron Erasmo Terrazas Rodríguez y Sabina Sandoval Rojas. Tuvo 12 hermanos.

Según cuenta uno de sus hermanos, Eber Terrazas, el nombre original del cardenal fue Aquino Amalí, pero fue cambiado cuando inició estudios secundarios en el Seminario de los Padres Redentoristas de San Bernardo (Chile) en 1952, donde salió bachiller y comenzó sus estudios religiosos.

«Era la década de los años 50 cuando inicié mi camino hacia el sacerdocio. En mi infancia había quedado muy impresionado por los misioneros redentoristas que habían llegado de Europa. Fue así que apenas tuve la oportunidad, conversé con el Obispo para decir que yo también quería ser consagrado como un sacerdote misionero, al final aceptó», cuenta el primer purpurado boliviano en el Libro «Coloquios con el Cardenal Julio Terrazas».

De sus años de infancia y juventud, quienes aún viven en Vallegrande lo recuerdan como un niño estudioso y un adolescente solidario, que empezaría a dar entre los valles cruceños sus primeros pasos como futuro evangelizador.

UN SACERDOTE CERCANO A LAS BASES DE LA IGLESIA

Julio Terrazas se ordenó como sacerdote en su natal Vallegrande el 29 de julio de 1962, tras varios años en el exterior, primero en Chile y después en Argentina, donde estudió Filosofía y Teología.

El cardenal siguió luego estudios superiores y obtuvo el título de Pastoral Social en la Universidad de EMACAS (Lille-Francia).

Al igual que sucedió en su niñez, fue un hombre dedicado al estudio, y compaginaba su labor pastoral con largas sesiones de lectura y aprendizaje teológico.

Entre 1968 y 1978 se convierte en párroco y superior de la Parroquia de Vallegrande.

La etapa del Episcopado

Fue nombrado Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz el 15 de abril de 1978. Consagrado el 8 de junio de ese año en Vallegrande por el Arzobispo de Sucre, Cardenal José Clemente Maurer.

Fue transferido como Obispo Titular a la sede de Oruro el 9 de enero de 1982, tomando posesión en el mes de marzo. Desde este lugar pudo organizar la histórica visita del papa Juan Pablo II a Bolivia en 1988.

Desde Oruro impulsó las Comunidades Eclesiales de Base (CEB), figura eclesial que implementó también en Santa Cruz con gran desarrollo.

Participó en cinco Sínodos episcopales generales en Roma: Sínodo de Laicos, Sínodo de la familia, Sínodo especial de los 25 años del Concilio Vaticano II, Sínodo especial sobre economía de la Santa Sede y Sínodos de las Américas.

El 14 de abril de 1991 tomó posesión como Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, servicio que cumpliría durante los siguientes 22 años.

Entre 1985 y noviembre de 2012 presidió la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB).

Un escudo evangelizador y cruceño

El Cardenal Terrazas eligió como escudo un conjunto de símbolos que representan al mismo tiempo su misión como evangalizador y sus raíces como cruceño y boliviano.

El sombrero rojo con las borlas es un signo cardenalicio, la cruz en la parte superior es la insignia propia de todos los arzobispos; la estrella expresa la ternura y el carisma profético de María; la cruz cortada al interior del escudo es una réplica de la Cruz de Santo Domingo que llegó con la primera evangelización; el trigo manifiesta la entrega de la vida en favor de los demás; y las montañas se refieren a las montañas de los Valles Cruceños.

Los colores expresan la exuberancia de nuestro trópico donde Dios ha puesto su casa para convivir con los cruceños.

Eligió como lema: «Servidor de todos»

EL PRIMER CARDENAL QUE NACIÓ EN BOLIVIA

Julio Terrazas fue nombrado cardenal por el papa Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de febrero de 2001. Así se convirtió en el primer boliviano en la historia en llegar a esta posición en la Iglesia Católica. Como los cardenales son los únicos elegidos para elegir al papa, cuando este fallece o deja voluntariamente la silla de San Pedro, Terrazas participó en la elección de dos obispos de Roma.

En el año 2002 Julio Terrazas recibió el nombramiento como Miembro del Consejo Pontificio para Laicos, que fue ratificado en el mes de abril de 2008 por Benedicto XVI.

EL RETIRO Y EL LEGADO

El Cardenal Julio Terrazas no solo será recordado por ser el primer boliviano en convertirse en Cardenal. En más de medio siglo como sacerdote y obispo dedicó su trabajo a los más pobres y «a los sin voz», una acepción muy habitual en sus discursos públicos y privados.

«Se sienten los años, se pierde mucha seguridad física personal, mi salud ha decaído, pero lo acepto como es. La vejez había servido para reírse de uno mismo», decía el Cardenal Terrazas, en una entrevista que concedió a EL DEBER en Masicurí, la pequeña parroquia a 90 kilómetros de Vallegrande, que era uno de sus lugares preferidos en vida.

En aquella ocasión reconoció que no era el de antes, que los años habían pasado factura, pero aún pensaba en los más necesitados. «Me gustaría visitar las parroquias del campo, las más alejadas, a las que no pude ir por razones de compromiso nacional e internacional», reflexionaba.

El testamento espiritual

«Quisiera que cuando recuerden al Cardenal Julio, se recuerde que es Cristo el que sigue llamando, el que continúa convocando; que la gente diga ‘fue un testigo de Cristo», le dijo al padre Beramendi cuando le preguntó sobre su legado.

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