INAUGURACIÓN DE LA CXI ASAMBLEA DE OBISPOS DE BOLIVIA

Radio Betania. En la casa de retiros Cardenal Maurer de la ciudad de Cochabamba, hoy jueves 10 de noviembre a las 09:30 horas dio inicio la CXI Asamblea de Obispos de Bolivia, Mons. Aurelio Pessoa Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana dio lectura al saludo de inauguración, en la Asamblea participan obispos titulares y auxiliares de las 18 jurisdicciones de Bolivia.

DISCURSO INAUGURAL DE MONS. AURELIO PESOA, O.F.M.
PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL BOLIVIANA
Noviembre 10 de 2022

Bienvenidos hermanos Obispos a esta CXI Asamblea. Es una bendición de Dios encontrarnos en ambiente de fraternidad episcopal, para vivir una experiencia de sinodalidad, reflexionando juntos sobre la actividad pastoral de la Iglesia en Bolivia y las dificultades que afectan a nuestro pueblo.

Saludo fraternalmente a su Eminencia el Cardenal Toribio Porco Ticona, a su Excelencia Mons. Angelo Accattino, Nuncio Apostólico en Bolivia y al Padre Aghabious Gergis, secretario de la Nunciatura Apostólica, que hacen visible y efectiva con su presencia la comunión con el Santo Padre y la Iglesia Universal. No puedo olvidar al querido y recordado Mons. Waldo Rubén Barrionuevo Ramírez, Misionero de la Congregación del Santísimo Redentor, Obispo Vicario Apostólico de Reyes, presidente del Área de Evangelización y director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de Bolivia, quien de forma tan inesperada nos ha dejado el 7 de Julio y, cuyo paso a la casa del Padre nos recuerda que realmente “no sabemos el día ni la hora”, Y como no recordar a los apreciados: Mons. Luis Sainz Hinojosa, Obispo Auxiliar emérito de Cochabamba. Mons. Luis Morgan Casey, Obispo emérito del Vicariato de Pando. Mons. Luis Sainz, Mons. Waldo y Mons. Luis Morgan intercedan per nosotros sus hermanos en el episcopado, desde la paz que gozan en la Vida Eterna.

Saludo y felicito al nuevo Obispo Auxiliar de la Diócesis de San Ignacio de Velasco, Mons. Fernando Bascopé Müller, con el deseo de una fructuosa misión apostólica en la Chiquitanía y al Sr. Obispo de la Diócesis, Mons. Robert Flock, por la ayuda pastoral que ha recibido.

Saludo también al Administrador Apostólico del Vicariato de Reyes, Mons. Eugenio Coter y al Administrador Apostólico del Ordinariato Castrense, Mons. Pedro Fuentes, a quienes deseo que el Espíritu Santo los guíe y acompañe en sus nuevas misiones apostólicas.

Saludo también a los representantes de los distintos sectores de la Iglesia, a los colaboradores de la Conferencia Episcopal, a los Medios de Comunicación y a todo el Pueblo de Dios.

1.- UNA IGLESIA EN BÚSQUEDA DE NUEVOS CAMINOS PARA LA MISIÓN

Celebramos nuestra CXI (Centésima décimo primera) Asamblea de Obispos en un contexto de enorme creatividad pastoral y búsqueda de nuevos caminos para la evangelización de los pueblos de América Latina y el Caribe y de nuestro país Bolivia.

Se ha celebrado la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y publicado sus conclusiones en el documento: “Hacia una Iglesia Sinodal er salida a las periferias”, que vuelve a poner en primer lugar las prioridades de le Iglesia Latinoamericana, el caminar hacia una Iglesia más misionera.

La Asamblea Eclesial partió de un amplio proceso de escucha a los diferentes sectores del Pueblo de Dios y se propuso releer Aparecida y relanzar todo el desafío que supuso aquel acontecimiento del Espirito Santo, para que la riqueza de aquella V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, no quede en el olvido, sino sea conocida, acogida y relanzada en nuestras iglesias locales.

Además, estamos comprometidos en todo el proceso de reflexión y renovación eclesial que supone el Sínodo de la sinodalidad y varias de nuestras iglesias locales están celebrando procesos sinodales, en espirito muy participativo que, sin duda, ayudarán a la renovación de nuestras estructuras eclesiales. para que sean más misioneras, como Aparecida y el Santo Padre Francisco aconsejan Todo este movimiento pastoral es sin duda un signo de los tiempos que el Espíritu Santo está suscitando en medio de nosotros. Son tiempos extraordinariamente vivos para la actividad misionera de la Iglesia. Es un signo extraordinario el que pastores y fieles se sienten juntos, en espíritu de corresponsabilidad y sinodalidad, a escucharse y dialogar, movidos por la acción del mismo Espíritu, ya que tenemos todos “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos”. (Efesios 4,5-6)

Por ello los católicos no tenemos miedo a las legítimas diferencias que enriquecen al Cuerpo de Cristo, porque las diferencias no deben ser motivo de división, sino motivo de agradecimiento, ya que son inspiradas por el mismo Espíritu, que mueve y enriquece todo el cuerpo de la Iglesia.

Como nos recordó El Papa Francisco: “En la Iglesia, no hay la monótona uniformidad, sino la riqueza de los dones que el Espíritu Santo otorga. Pero hay la comunión y la unidad: todos están en relación unos con otros y todos participan en la formación de un solo cuerpo vital, profundamente unido a Cristo”. (Audiencia General del 20 de junio del 2013)

2.- NO APAGUEN EL ESPÍRITU SANTO (1 Tesalonicenses 5,19)

No se nos oculta que, toda esta creatividad del Espíritu en la Iglesia es también frenada, por nuestros pecados, por nuestras mentalidades y los intereses personales. La advertencia de la Primera Carta a los Tesalonicenses, (5,19), sigue siendo actual: ‘No apaguen el Espíritu Santo”.

Somos servidores temporales de la Iglesia, que un día se nos encarga la misión otro se nos quita y otro, se nos pide cuentas. La Iglesia y sus institucione pertenecen a Aquel que ha dado su vida, que ha derramado su sangre par rescatarnos. Como lo expresa Pedro en su Primera Carta: “fueron rescatados d su vana manera de vivir, la cual recibieron de sus padres, no con cosa corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo”. (1 Pedi 1,18-19)

La Iglesia ha sido comprada por Cristo con su sangre y le pertenece y, nosotros, la cuidamos indignamente. Es propiedad de Cristo. Por ello debemos ser respetuosos de las líneas eclesiales que nos invitan a trabajar, en este tiempo, por una Iglesia más misionera y sinodal.

3.- UNA SOCIEDAD EN LA QUE LA LIBERTAD SE DEBILITA

Y todo esto sucede en una sociedad en la que la libertad se va debilitando, la democracia auténtica está amenazada y en la que estamos llamados, como Iglesia, a ser luz: “Ustedes son la luz del mundo” (Mateo 5,14), nos dijo el Señor.

Realmente en la sociedad boliviana en este momento se intenta imponer un proyecto de pais, que es el proyecto de algunos, pero no representa a todo el pueblo boliviano.

Hoy día, en Bolivia, el Estado de Derecho, que es la garantía de que la ley esté al servicio de todos y se aplique en forma imparcial, no garantiza los derechos básicos de todos. Es una ley al servicio de intereses de algunos, que se impone con parcialidad a aquellos que están desvalidos.

Una situación así es inadmisible en un estado en libertad, como tiene que ser un pais democrático, como el nuestro.

4.- LA LÓGICA DEL ENFRENTAMIENTO, PONE EN PELIGRO LA CONVIVENCIA.

Además, pareciera que se fomenta la lógica del enfrentamiento, frente a la lógica de la búsqueda del bien común, el diálogo fraterno y la convivencia entre todos. Una lógica del enfrentamiento puede estar creando resentimiento en diversas regiones del país que suscitan odios y que no siembran las bases necesarias para la paz y el progreso que tanto necesitamos.

Por eso, desde esta Asamblea de Obispos, Pastores de la Iglesia Católica en Bolivia, llamamos a deponer actitudes de imposición y de enfrentamiento. Necesitamos que se construya el bien común, necesitamos una Bolivia de todos y para todos, en progreso. justicia y con espíritu democrático verdadero.

Mi fraterna solidaridad con Mons. René Leigue Cesarí, Pastor de la porción del pueblo Dios que peregrina en la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, que estos días enfrenta problemas.

El Dios de la paz y la justicia, el Dios del Reino, nos ayude a caminar hacia una Bolivia unida y fraterna.

Que María, Madre nuestra, acompañe nuestro servicio pastoral y evangelizador, nos convierta y nos ayude a construir la paz y la justicia que necesitamos

Muchas Gracias

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