Radio Betania. La Iglesia es un motor sobre todo para las mujeres en África: familia, matrimonio, madres solteras, promoción social… Sor Rita se ha convertido en una voz de permanente consulta en el Vaticano.
El próximo 31 de enero el papa Francisco estará emprendiendo su cuadragésimo viaje como Sumo Pontífice, y lo hará a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Será la cuarta vez que viaje a África.
En una de las últimas notas de prensa emitidas por la Santa Sede se confirma que acompañará la delegación papal oficial sor Rita Mboshu Kongo, teóloga congoleña de la Congregación de las Hijas de María Santísima Corredentora, quien, se aclara, es «promotora del rito zaireño, implicada en Kinshasa en proyectos de desarrollo especialmente para las mujeres».
Se trata de una compañía muy significativa para la delegación papal. Sor Rita Mboshu Kongo es profesora de Teología Espiritual y Formación para la Vida Consagrada en la Pontificia Universidad Urbaniana. Su voz es de permanente consulta en asuntos de la mujer, de la vida religiosa, y de la vida de la Iglesia en África.
El rito zaireño o congoleño
Acompañará al Papa y presenciará en su propio país la misa que presidirá el 1 de febrero en el aeropuerto de Ndolo, en Kinshasa, eucaristía que será celebrada con el rito o uso zaireño o congoleño, tal como también se lo conoce desde el cambio de nombre del país.
El rito congoleño del Misal Romano es hasta ahora el único rito inculturado de la Iglesia latina aprobado después del Concilio Vaticano II.
Un año después de celebrar por primera vez la Misa con este rito en la Basílica de San Pedro, la profesora Mboshu Kongo editó el libro «El papa Francisco y el Misal Romano para las diócesis de Zaire – Un rito prometedor para otras culturas», que llevó el prefacio del propio Papa.
Ejemplo de inculturación del Evangelio
Aprobado en 1988 por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa Francisco entiende a este rito como «modelo para las demás Iglesias que buscan una expresión litúrgica adecuada para hacer madurar los frutos de la empresa misionera de la evangelización de las culturas y de la inculturación del Evangelio».
Según el Santo Padre, este rito es fruto de la predicación misionera bajo el sol de África en fidelidad a «la fe y a la tradición apostólica, a la naturaleza íntima de la propia liturgia católica y, finalmente, al genio religioso y al patrimonio cultural africano y congoleño».
Como portavoz de la comunidad congolesa, en julio de 2022, luego de que el Papa celebrase la Misa para ellos en Roma, la hermana Rita expresó al Papa que «nunca alcanzarán a agradecerle lo suficiente por su preocupación por África, nuestro querido continente.Usted ha mostrado su preocupación paternal por nosotros en numerosas ocasiones», le expresó.
Pero la promoción de este rito no es el único motivo por el cual es conocida esta religiosa, que acompañará la comitiva papal.
Una voz de referencia
Suele ser una voz de referencia para la cuestión de la mujer y la familia en el continente. En una entrevista reciente con Alfa y Omega, Mboshu Kongo decía que la Iglesia para las mujeres en los países en vías de desarrollo «lo es todo. Es el lugar donde se sienten seguras; también es la escuela, es el hospital… En su mayor parte, todos estos servicios están gestionados por congregaciones religiosas. Y para muchas mujeres es, ante todo, una oportunidad de formación y preparación profesional».
Una fundación muy necesaria
En esa línea, la hermana Rita Mboshu-Kongo preside desde 2021 la Fundación Papa Francisco para África.
Los objetivos de esta fundación son formar a las mujeres para una vida «coherente, el empoderamiento, la libertad responsable, la participación activa y la humanización de la sociedad de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia, y especialmente la enseñanza del Santo Padre».
Supone, según enunciaron en su presentación en Kinshasa, preparar a los jóvenes para sus responsabilidades presentes y futuras, sensibilizándolos a través de la toma de conciencia de los diversos desafíos actuales y futuros de la Iglesia y del mundo, velar por la formación permanente integral de los jóvenes matrimonios, familias, intelectuales, y promover la integración social de madres solterasy jóvenes desempleados aprendiendo oficios.
Si bien se inició en la República Democrática del Congo, y se coordina desde Roma, el objetivo es que se pueda abrir a nuevos países. Su primer proyecto involucró una iniciativa de educación y formación para niñas madres de Kinshasa en una comuna en la que 2 de cada 6 niñas son madres a una edad temprana, entre los 11 y los 17 años.
Fuente: https://es.aleteia.org/