Radio Betania. En el marco de los festejos por los 57 años de la Universidad Católica Boliviana, en un acto protocolar realizado en el Centro Empresarial Equipetrol, el lunes 15 de mayo a las 19:00 horas, el Rector Nacional de la UCB, Rvdo. P. José Fuentes Cano, impuso la “Medalla San Pablo”, a Mons. Braulio Sáez, Obispo Auxiliar Emérito de Santa Cruz.
De este acto protocolar participaron; el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesarí, Mons. Estanislao Dowlaszewicz, OFM Conv, obispo Auxiliar, Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo Emérito, Mons. Eugenio Coter, obispo del Vicariato Apostólico de Pando y Administrador Apostólico del Vicariato de Reyes, miembros de la Junta Nacional y miembros de la Junta de Sede Santa Cruz. El Rector Nacional de la UCB – San Pablo, Rvdo. P. José Fuentes Cano, el Secretario General de la UCB, Dr. Américo Salgueiro, el Rector de la UCB – San Pablo Sede Santa Cruz, Mgr. Oscar Ortiz, autoridades de la UCB e invitados especiales.
Se inició el acto con la presentación del homenajeado, Mons. Braulio Sáez, a cargo del Rector de la Sede, Mgr. Oscar Ortiz. El Rector expresó su admiración por el don de persona que es Mons. Braulio, quien siempre nos recibe con una sonrisa en el rostro y siempre está atento a escuchar todo lo que uno tiene que decir, para luego dar una palabra oportuna, llena de esperanza, mostrando así, el rostro misericordioso de Dios. Su testimonio de vida ha marcado la vida de muchos sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos y esperamos que sus enseñanzas permanezcan siempre en muchas más generaciones, dijo Oscar Ortiz.
El Secretario el General de la UCB, Dr. Américo Salgueiro dio lectura del acta original de la Junta Directiva de la Universidad Católica Boliviana San Pablo, en la cual por unanimidad de los miembros presentes, aprobaron otorgar la “Medalla San Pablo a Mons. Braulio Sáez García”, Obispo Auxiliar Emérito de la Arquidiócesis de Santa Cruz.
Seguidamente el Rector Nacional de la UCB, Rvdo. P. José Fuentes Cano, impuso la “Medalla San Pablo”, a Mons. Braulio Sáez, Obispo Auxiliar Emérito de Santa Cruz, junto al Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesarí, por su gran labor como sacerdote misionero, en diferentes partes del país, sobre todo en Oruro, en las zonas mineras y campesinas, donde ha logrado resguardar el Patrimonio Religioso disperso por el Altiplano. También se reconoce su celo Pastoral que ha tenido en acompañar al pueblo de Dios encomendado a él. Por su labor como Pastor en la Conferencia Episcopal Boliviana, asumiendo diversos cargos y acompañando a la Pastoral Juvenil Vocacional, a la Vida Consagrada, a la Pastoral Familiar entre otras.
Luego de recibir la distinción con la “Medalla San Pablo”, el Obispo Auxiliar Emérito, Mons. Braulio Sáez tomó la palabra para saludar y agradecer a todos los presentes, así mismo inició su reflexión con una sentencia del Evangelio de San Lucas: “De igual modo ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les fue mandado, digan: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer”. (S, Lc 17, 7-10).
Testimonio de Mons. Braulio: Durante estos 36 años de entrega misionera he tratado de servir con mucha pasión y con mucha alegría al pueblo de Dios en Oruro y en la Arquidiócesis de Santa Cruz. Y por supuestos en toda Bolivia, que para eso soy ciudadano boliviano. VIDEO
A esta altura de mi vida muchas veces me he preguntado dijo, ¿qué es lo que hecho y que he dejado de hacer?
Hoy y siempre, como discípulos de Jesús, estoy y estamos llamados a “ser testigos de lo que creemos”, a pesar de las contrariedades que encontramos en nuestro mundo. “Ser testigos” de un Jesús que pasó haciendo el bien y aceptando la cruz como un signo de salvación. Lo que inevitablemente nos lleva a descubrir a Dios presente y cercano en las personas, los pobres, los marginados; en los acontecimientos sociales o políticos de cada día. A todos los niveles, nuestro mundo está jugando fuerte. Santa Teresa decía algo muy bello y muy acusador a la vez: “Estáse ardiendo el mundo ¿y hemos de gastar el tiempo en cosas de poca importancia?”.
“Ser testigos” de aquello que da sentido a nuestra existir, mediante la defensa de la vida, la justicia, los valores cristianos, y ciudadanos que, sin darnos cuenta, nos los están robando. “Ser testigos”, de una manera muy particular, en la cotidianeidad de cada día, en lo positivo o negativo de nuestra historia acá en Bolivia.
Y me dirán y ¿Cómo lo hace usted? Pues sí, quisiera darles testimonio de mi vida, mis ideales, mi vocación de carmelita y sacerdote, de mi ser obispo, de mis pobres recursos, con los que a lo largo de mis 81 años he ido haciendo y dando vida.
Tres han sido las palabras que han marcado mi camino
- ALEGRIA Y GOZO por el don de la vida, mi vocación al Carmelo y al sacerdocio.
- PASION para no claudicar ante les dificultades, que no han sido pocas.
- SERVICIO A LA IGLESIA: sin apropiarme de ella; sino siendo humilde servidor donde me he ido encontrando.
El prelado dio gracias por el don de su vida, de su familia que lo formó en la fe y en los valores del Evangelio; por el llamado a una vocación maravillosa, al Carmelo que es su segunda familia y a servir a la Iglesia, su tercera familia como sacerdote y como Obispo. El obispo afirmó que tiene demasiados motivos para estar alegre y ser dichoso, por eso le dice cada mañana y cada noche con su madre la Virgen María: “Mi alma canta la grandeza del Señor y mi espíritu festeja a Dios mi salvación” (Lc.1, 46).
De la misma manera monseñor Sáez aseveró que, Jesús era un apasionado por el Reino de Dios y su Justicia y hoy en este momento de nuestra historia en Bolivia nos urge a defenderla y a proponerla, con todas nuestras fuerzas, frente a tantas injusticias que padecemos todos los días.
De muy niño soñé con ser sacerdote y a mis 18-20 años con ser misionero, y aquí estoy. Todo esto implica fe, amor y esperanza; las tres van muy unidas; pero la que anima es el amor. San Juan de la Cruz nos habla del callado amor, de ese amor que casi ni se siente, pero que es el motor de todo, porque implica pasión, voluntad, fuego ardiente que, aun teniendo mucho miedo, a veces, se tiene la certeza que hay alguien contigo que mueve los hilos, para que tal o cual proyecto salga a flote. Por eso concluía el santo Carmelita: “esperanza de cielo tanto alcanza cuanto espera”.
“SERVICIO A LA IGLESIA”
Hay un refrán español que dice una verdad muy sabia: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. Hay mucho sinvergüenza y aprovechado en el mundo; su objetivo es vivir a costa de los demás. Hay mucho egoísmo y una gran falta de solidaridad. Ponemos mucho empeño en nuestras cosas y nos olvidamos de las necesidades del vecino.
Como les decía, desde muy joven tuve la ilusión de ser misionero. Mi madre me apoyó fuertemente en mi vocación. Creo sinceramente que ella tenía más vocación que yo. Un día le pregunté el porqué de ese empeño para que fuera sacerdote. Y desde su fe y su amor de madre me dijo estas palabras: “Para que sirvas a la Iglesia, hijo; para que sirvas a Dios”, expresó Monseñor. VIDEO
Monseñor Braulio recordó que, el día que lo nombraron obispo para la Diócesis de Oruro, el Señor Nuncio le dijo que debía elegir un escudo identificativo y un lema que expresara el ideal de mi ministerio episcopal. No dudé un instante en recordar el sueño de mi madre, una santa: el Lema de mi vida de Pastor es, “Al servicio de la Iglesia”. Con lo que cumplía otro deseo de mi santa Madre Teresa de Jesús: “Hacer lo poquito que está en mi para ayudar en lo que pudiere en servir a la Iglesia”.
Y esto es lo que he tratado de hacer durante estos 36 años de servicio que se cumplieron el día 13 de mayo festividad de Nuestra Señora de Fátima. Servir con mucho amor, con mucha pasión y con mucha alegría al pueblo de Dios en Oruro y en la Arquidiócesis de Santa Cruz. Y por supuestos en toda Bolivia, que para eso soy ciudadano boliviano. VIDEO
El Obispo Emérito terminó su reflexión declamando unos versos, quizás los más sublimes y mejores versos de San Juan de la Cruz, para homenajear a tantos buscadores de la felicidad, de la paz, la justicia que tanta falta nos hace hoy, y que es urgente construir y conquistar en nuestra Bolivia: me refiero a tantos niños de calle, familias abandonadas, perseguidos por la justicia, encarcelados, madres golpeadas y tantos pobres y marginados del mundo. Me identifico con ellos pues me siento buscador de esa verdad que es Jesús el Buen Pastor.
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Rector de la UCB, P. José Fuentes Cano: Querido Mons. Braulio contigo Bolivia es mejor, es una Bolivia con más alegría, con más Paz, con más capacidad de encuentro, tolerancia y amor a todos, incluso a los que piensan distinto, eres un gran ejemplo de diálogo y derrochas capacidad para hacer que los diferentes se encuentren y sean mejores. VIDEO
En la oportunidad, el Rector Nacional de la Universidad Católica Boliviana San Pablo saludó a las autoridades presentes e invitados especiales. Así mismo el sacerdote afirmó que en los actos conmemorativos por los 57 años de fundación de la UCB, han querido realizar este reconocimiento a Mons. Braulio Sáez, Obispo Auxiliar Emérito, de esta Arquidiócesis de Santa Cruz. El departamento de Cultura y Arte comenzó solicitándolo y en el proceso hubieron multitud de adhesiones, fruto del merecido cariño de tanta gente de Bolivia a Mons. Braulio.
La Universidad Católica Boliviana San Pablo, no quiere dejar sin reconocimiento humano a las personas que han trabajado, han dado su tiempo, su sabiduría su vida, para construir una Iglesia en Bolivia y en definitiva, una Bolivia mejor.
El P. Fuentes destacó la trayectoria de Mons. Sáez, la cual ha estado marcada por el trabajo pastoral en la Diócesis de Oruro y en la Arquidiócesis de Santa Cruz, ha trabajo mucho por la Pastoral Juvenil Universitaria a nivel nacional, muchísimos que fueron jóvenes en Bolivia le recuerdan y le admiran con inmenso cariño, por aquellos años en el que la PJ, les marcó con valores humanos y cristianos, que han dirigido su vida.
Monseñor Braulio ha sido un Pastor al Servicio de la Iglesia en Bolivia, y sobre todo comprometido por las Comunidades Eclesiales de Base, de los Pueblos Indígenas y la Pastoral Juvenil. Querido Braulio contigo Bolivia es mejor, es una Bolivia con más alegría, con más Paz, con más capacidad de encuentro, tolerancia y amor a todos, incluso a los que piensan distinto, eres un gran ejemplo de diálogo y derrochas capacidad para hacer que los diferentes se encuentren y sean mejores.
Con la “Medalla San Pablo”, reconoce la Universidad Católica, el gran ser humano que eres, y lo mucho que has aportado al diálogo, en este año, que hemos llamado “Año del diálogo”, en la Universidad y en el que estamos tratando de encontrarnos y escucharnos. En la búsqueda y profundización de una Universidad más Católica, tú Monseñor Braulio, nos recuerdas que la identidad cristiana no se construye con una multiplicación de ritos externos, sino con una multiplicación de la capacidad para el encuentro del diálogo. La identidad se construye con humanidad, esa humanidad que tú derrochas y que la encontramos plasmada en tu maestro Jesús de Nazaret, que te ha impreso en el alma, esa capacidad para el amor y para la vivencia de la alegría, ojalá la Universidad, Bolivia, el mundo tuviese más personas que como Monseñor Braulio, saben reírse de la vida, y de los problemas de la vida.
Donde está Monseñor Braulio siempre habrá buen humor, alegría fraterna, con Monseñor siempre estamos en casa, y no es necesario ir de etiqueta, sino que se puede ir con los puesto y con lo que somos, cada uno de nosotros, será por eso que tiene tantos amigos, tanta gente que lo quiere, entre los que me cuento, y es un honor expreso el P. José.
San Pablo en la Carta a los Filipenses, 4: 4 nos dice; Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. Querido Monseñor Braulio, has vivido esta palabra en plenitud, y también has hecho un poco más fácil y alegre la vida de muchos de los que te hemos acompañado en la vida, gracias de verdad, a veces se nos olvida lo esencial de la vida; “Dar Gracias”, a aquellos que han trabajado antes que nosotros, a aquellos que se sacrificaron y pusieron cimientos de lo que hoy disfrutamos. No queremos ser desagradecidos, por ello nuestra Universidad ha instituido este reconocimiento sencillo, muy por debajo de lo que merece la persona que hoy condecoramos, Mons. Braulio Sáez, hoy te digo Gracias, un sincero Gracias por tu aporte desinteresado y por tu trabajo sin fin que ha colaborado la construcción de una Bolivia más humana.
Gracias por lo buena persona que eres, por lo buen Obispo que eres, y queremos que no pase desapercibido el ejemplo que nos das, para toda la comunidad educativa de la UCB, se ha programado este acto para decirte con palabras y con gestos, que esta Universidad y muchos de nosotros te llevamos en el corazón y queremos agradecerte por ser una gran persona. ¡Dios te bendiga!, finalizó el Rector Nacional de la Universidad Católica Boliviana.